Todos tenemos un mismo origen el cual se disgrega cual ramas de un gran árbol presentando múltiples diferencias que hacen de nuestra raza aun más rica e interesante. Estas diferencias fueron   presentadas en una primera etapa a través de su línea de sangre, haciendo una analogía con las hojas de este gran árbol el cual representaba la raza humana, demostrando así, que todos somos parte de lo mismo.

En esta segunda etapa ha llegado el otoño y las hojas han caído,  sin embargo a través del tiempo, seguimos siendo los mismos.

Parte del proyecto fue presentado en una primera fase  en la muestra "Savias" en el antiguo templo del Koriconcha en la ciudad del Cusco- Perú

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